La poeta polaca Anna Świrszczyńska
Si mi fiambrero amigo me preguntase cómo estoy, le diría: “Cada vez más lejos del Club de los 27, cada vez más aceptado y cómodo en el Club del Deterioro”.
Pienso en que últimamente las conversaciones con mis amistades están atravesadas por: visitas médicas, guardias, recetas, obras sociales del orto, prepagas del orto, salarios debajo de la línea de la pobreza en el Clínicas, el conflicto en el Garrahan, cirujanos con menos empatía que Chirolita y sus libergregarios (sugerencia: estaría bueno que la carrera de Medicina en su currícula incorpore una materia ligada al trato con los seres humanos en instancias difíciles) y así.
Por suerte en estos días, una amiga y un amigo que no se conocen entre sí pero que están atravesando la lucha desigual contra el cáncer, han visto que su esfuerzo y valentía tienen recompensa. ¡Basta de tratamiento, hola control cada tres meses! Recibir y compartir este tipo de noticia nos provocan buen humor. Nos hacen recobrar la confianza en poner un pie detrás de otro.
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Ayer empecé finalmente kinesiología. Mi rodilla maltrecha está en plena recuperación. Y, según la experta, luce muy bien. Me felicitó por cumplir a rajatabla todas las indicaciones.
Al escucharla a ella, me convierto en un niño tendido a la sombra de un árbol, feliz de estar dormido en medio del campo. Su voz parece que tiene suavidad de falda.
“No he sido yo quien ha hecho
mi cuerpo.
Visto los trapos usados de mi familia,
un cerebro ajeno, fruto del azar, el cabello
de mi abuela, la nariz
pegada de retazos de otras narices muertas.
¿Qué tengo yo en común con todo eso?
¿Qué tengo en común contigo, a vos que te gusta
mi rodilla, qué es mi rodilla para mí?”
Este es un fragmento de “Intestino grueso”, un poema de la polaca Anna Świrszczyńska (Varsovia, 1909 - Cracovia, 1984).
El texto es abrasivo y picante. Pone en duda el cuerpo como marca de identidad. O le busca la vuelta para que razonemos un segundo: ¿cómo es que este cuerpo habla por mí?
“¿Quién nos unió, a mí y a mi cuerpo?/ ¿Por qué debo morir junto con él?”, se pregunta.
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Aviso parroquial: quiero proponerles un juego. Me harían muy feliz si la Playlist #99 la hacemos entre la mayor cantidad de invitades. Es decir, les estoy convocando a que envíen a esta cuenta -antes del martes 19/11- material reciente que hayan escuchado y que lo sientan válido para esta travesía de dos horas semanales. ¿Se copan? ¡Marchen unos temas en listas variopintas!
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Esta emisión de Bailando sobre una Telaraña está dedicada a mi tía Isabel, quien me llamó el otro día y lucía emocionada.
Además, gracias infinitas a quienes se sumaron al decimoséptimo programa de Tienda de canciones en radiosi.com.ar
Este viernes de 16 a 18 hs nos visita Lucas Martí.
Aquí va el link para que puedan escuchar este capítulo de la Telaraña:
Se agradecerán los comentarios y recomendaciones en redes sociales.
¡Nos vemos la semana próxima!
Bailando sobre una Telaraña, la vuelta de tuerca al algoritmo.