Bailando sobre una Telaraña #77 🪩🕷🕸
GUSTAVO ÁLVAREZ NÚÑEZ Dos horas de novedades musicales, cero desperdicio
Sara Facio y Alicia D' Amico, Silvina Ocampo, 1963.
Pienso en viejos amigos.
En familiares.
En ciertos vecinos.
Probablemente estén muy contentos con la Argentina de hoy.
La represión.
Los presos políticos.
La recesión.
La pobreza despampanante.
La violencia institucional.
La falta de trabajo.
La precarización instalada.
Los modos maleducados.
La ignorancia rampante y celebrada.
¿Por qué “probablemente”?
Porque en general se informan a través de un grupo económico y periodístico que usa y abusa de verbos en condicional, que instala noticias a partir de noticias no confirmadas y titulares hipotéticos. Un conglomerado de desinformación pero que confirma todos sus prejuicios.
¿Cómo sé que están contentos?
¿Será por su silencio? ¿Un silencio efusivo? ¿Un silencio altisonante? ¿Un silencio mezquino? ¿Un silencio con la panza llena? ¿Un silencio con el odio en los ojos?
¿Será por esa rabia que es también su alegría de vivir?
Probablemente estén conmovidos.
Exultantes.
Con un regocijo que no cabe en sus cuerpos porque al fin, nena al fin (uy, perdón, Luis Alberto), haya alguien que interprete como nadie su ira, su desprecio, sus preocupaciones.
A todo esto, mi fiambrero me pregunta qué me conmueve.
Estamos hablando de cómo se disparó el precio de la manteca (500 pesos porque sí, mi amor). De la caída constante de las ventas. De que es inconcebible que Demichelis siga al frente del plantel de River.
Mi fiambrero me pregunta también por qué hago la Telaraña.
Le respondo que no podría dejar de hacerla. Que me alegra y mucho cuando llegan cafecitos. Que me alegra y mucho cuando por privado llegan mensajes. Que me alegra y mucho cuando en las redes comparten las listas musicales.
“¿Pero no es una cuestión de ego?”, me pregunta. “¿Por qué lo hacés?”
Pienso en Flaubert y en esas pocas y contundentes líneas que se encuentran en Madame Bovary: “La palabra humana es como una caldera rota en la que tocamos melodías para que bailen los osos, cuando quisiéramos conmover a las estrellas”.
Esta emisión de Bailando sobre una Telaraña está dedicada a Daniel Link, tan importante para la educación sentimental de este humilde servidor. Este martes 25 de junio, luego de más de treinta años al frente de la cátedra Siglo XX, estará dictando su última clase. La cita es en la Facultad de Filosofía y Letras, Puan 480, Aula 250. A las 18 horas.
Se agradecerán los comentarios y recomendaciones en redes sociales. Y mucho más los aportes vía cafecito (¡no tengan miedo ni crean que es poco lo que para mí es mucho!).
Ingresen a este link y ahí verán la opción para colaborar. ¡Mil gracias!
¡Nos vemos la semana próxima!
Bailando sobre una Telaraña, la vuelta de tuerca al algoritmo.