Cada vez que paso delante del cartel, no puedo dejar de mirarlo. Lo miro y lo miro. Diría que lo escrudiño. Soy un fiscal. Soy un detective.
¿Será cierto? ¿Es posible que se les haya pasado semejante error? ¿Debería cambiar mis lentes?
En esos instantes en que freno, no puedo dejar tampoco de observar hacia adentro. Quiero descubrir la cara de la persona que sigue sacando todas las mañanas el cartel a la vereda de esta calle céntrica.
¿Ningún vecino de bien se dispuso un día a comentarle al dueño de la despensa: “Che, me parece que …”?
Quizá sea una campaña de marketing.
A los ojos de cualquier caminante, la palabra “oferta” suena como un espejismo de agua en el desierto. Instintivamente nuestra mirada inflacionaria se deja tentar por el término. ¿Qué nos estaremos perdiendo?
Y para que la promesa sea más apetecible, la rúbrica del jamón “cerrano”, un adorable ser, un extraño ser, que cada arranque de jornada confronta desde el cartel cuánto de desconcierto vibra en el concierto de la vida.
Es más, en varias ocasiones pensé si detrás del uso del “cerrano” no había una campaña difamatoria contra el gobierno libertario.
El cerrano (el adjetivo inexistente, claro, no el apellido) contra el serrano. La esperanza de que existiese cierto carácter cerrano –de cerrazón, de castigo– enfrentado al serrano –el nacido o habitante de una sierra–, un rasgo del jamón que rebatiese a la sierra; por ende, a la motosierra. Sierra, ¡no!
Sí, habría que hilar muy fino.
Pero para eso estamos: hilanderas de una cadena montañosa de arrebatos poéticos. Ahora que lo pienso: mi razonamiento es más claro ao vivo, porque cuando intento destejar la trama veo que está llena de traumas.
Ah, ya sé por dónde iba la resonancia: el descuido.
Ese pequeño gesto de descuido. Expuesto. Puesto al voleo. Repuesto cada mañana.
Muy libertario, creo haber pensado.
Qué feo igual que ya consigne la prepotencia de (i)realidad con maneras libertarias.
No, todo tiene un límite. Fin.
Esta emisión de Bailando sobre una Telaraña está dedicada a mi gran amigo Juanjo que sigue luchando con estoicismo y valor una batalla desigual contra el innombrable.
Además, gracias infinitas a quienes se sumaron al tercer programa de Tienda de canciones en radiosi.com.ar
Este viernes de 16 a 18 hs nos visita Daniel Melero.
Aquí va el link para que puedan escuchar este capítulo:
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¡Nos vemos la semana próxima!
Bailando sobre una Telaraña, la vuelta de tuerca al algoritmo
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